ORGANIGRAMA COMITE MISIONERO

El Comité de Misiones de la Iglesia Local

Este es el brazo derecho del pastor en el desarrollo del trabajo misionero de una iglesia.  Es a la iglesia local a quien se le encomienda, según Romanos 10:14,15, de enviar y apoyar sus misioneros.

Durante el desarrollo del trabajo del este comité se viven varias etapas en la vida de la iglesia.  La primera de ellas es el crecimiento de la visión misionera por parte de la iglesia.  La influencia del pastor es decisiva para cumplir con lo encomendado por Jesucristo.  Si el pastor es un líder con una actitud correcta hacia las necesidades del mundo y siente compasión por las multitudes sin Cristo, la iglesia podrá desarrollar el mismo sentir.

Pero el pastor solo no podrá desrrollar un programa misionero, por lo que necesita un equipo capacitado (ver organigrama), el cual surge de la misma iglesia.  Es recomendable que este comité esté formado por un anciano de la iglesia que se identifique con misiones, un representante de los jóvenes, un representante de las mujeres, un hombre de negocios y el pastor.  Todos los integrantes deben ser hermanos con visión misionera, nombrados por el cuerpo directivo de la iglesia.  Se recomienda una ceremonio solemne en su instalación, a fin de que la iglesia se comprometa a ayudarlos.

Otra etapa decisiva es la adopción de un proyecto misionero, bien sea la plantación de una iglesia autóctona en un pueblo no alcanzado, el apoyo a un proyecto especial donde ya hay presencia evangélica o un viaje misionero a corto plazo.

Es emocionante, entonces, ver como la iglesia se va apoderando de esta visión y va cumpliendo cabalmente el mandato de la Gran Comisión.  En medio de este desarrollo se escojen los recursos humanos para ser lanzados a trabajar en el proyecto misionero escogido.

Estos obreros son enviados para ser capacitados en una agencia misionera o centro de capacitación, juntamente con la preparación que se le ha estado dando en la iglesia local.  A la misma vez, la iglesia estará orando por la preparación de sus misioneros.

Por último, luego de la selección y capacitación llega el momento cumbre de enviarlos al lugar seleccionado donde ya, a través de este paso, vemos una participación definitiva y activa de la iglesia local y a un comite de misiones, tomar parte en su responsabilidad en la evangelización mundial.

No hya nada que compare con poder observar a una iglesia local crecer en la visión misionera y el desarrollo de un comite de misiones que ayude a cumplir con la Gran Comisión junto a su pastor e iglesia local.

Rev.  Miguel Rivera

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